jueves, 22 de mayo de 2008

Homosexualidad filosófica


En la época de los dioses griegos, el amor era lo único que existía. No había barrera que les impidiera relacionarse sentimentalmente con alguien de su propio sexo. Hoy, tal pareciera que estamos viviendo un retroceso en diversos factores como el de la democracia, o avances en conceptos con el de la libertad, empero hay algo que sigue perdurando en el pensamiento de la gente: el rechazo a la orientación de un ser por otro de su mismo género.

La esencia de los referentes gays


La significación que la Filosofía le da a símbolos: arco iris, triángulo rosado, etcétera, “es de un sentido convencional. A partir de pensadores postmodernos se les ha dado profundización. Esto, a partir de la idea de identificación y otredad, señala el doctor en Pedagogía Gerardo Meneses Díaz, quien es académico de en la Facultad de Estudios Superiores Aragón de la UNAM.


Este último término (otredad), puramente filosófico, no es más el descubrimiento de saber que nosotros somos y a la vez no. Es decir: “es para el hombre moderno un mal que se soporta con dolor: la conciencia moderna no acepta que su individualidad sea una realidad plural y que detrás del hombre que piensa se esconda otro que mantiene una vida `ilógica´, que sostiene a menudo lo que la razón reprueba.


Por tanto, hablar de otredad e identificación con respecto a la homosexualidad, es aludir a una construcción de identidad formada con base en aquellos referentes de la homosexualidad que en este sentido son los símbolos gay.

Conjeturas y refutaciones


Cada una de las partes que componen a este mundo, ya sea en esencia o materia, tienen su blanco y negro. Algunas veces la escala de grises no existe.
“La mayor parte de los pensamientos de la filosofía se organizaron en un sistema en el que los pensadores se mostraban renuentes a todo aquello que se opusiera a dicho régimen. Éste no les permitía reconocer la problemática, argumenta Meneses Díaz.


“En los 60 se rompe esa renuencia. La parte que más se mostraba en contra de la homosexualidad, era el del discurso de la medicina. La moral también: principalmente la religión y grupos conservadores.


“Otra parte a la que también hacían caso para satanizar el hecho de tener preferencias por alguien del mismo sexo, era la de los enfoques darwinistas y fascistas. Ellos consideraban que la naturaleza es la maestra del comportamiento, y que por ende aquello que se salía de esos parámetros no debía ser bueno.


El positivismo, así como los funcionalistas, veían anomalías y anormalidades.


En contraste, ya entrando al siglo XX, donde el panorama se abre, “Heidegger decía que la filosofía es el pensamiento occidental, el cual tiene su cuna en Grecia. Por tanto, todos somos griegos. En aquellos tiempos no existía el término homosexual, pero sí las relaciones entre hombres.


“Estar con otra persona del mismo sexo antes no era una preocupación tan presente en el pensamiento filosófico. Hay una defensa de la igualdad, libertad, humana. Por eso se hacen los discursos. Entonces, ahora que sí resulta un problema emergente, surgen las apologías en donde se pide el derecho a exigir y ser respetadas.


“El cristianismo tiene mucho que ver, pero vale más religión, moral, funcionalidad social, y medicina”, establece Gerardo Menses.

Una visión retrospectiva de la homosexualidad filosófica

“En Grecia, ser gay era natural, aceptado, asumido. No obstante, existió el armario.
“Con respecto a nuestros días se lucha por que sea legítimo. Las prácticas tienen que ver mucho con la otredad que en el pasado no existían.


“El parteaguas diferencial, entonces, se marcaría con base en esclavismo griego en comparación a la condición posmoderna, donde hay más narcisismo, individualismo”.


“La parte negativa que tiene la homosexualidad en comparación a la época griega con nuestros días es la persecución, estigma. Y el aspecto positivo es el amor, que desde Platón, en estos días aparece con nuevos ropajes, sin embargo, no deja de serlo”, puntualiza el pedagogo.


La Filosofía es compleja, su comprensión es difícil, asociarla con la homosexualidad pordría resultar aún más, sin embargo, una postura de la "homosexualidad filosófica", bien podría denominarsele al hecho de establecer que en la época de los griegos no existía problema al ver a homosexuales. Más adelante, el término comenzó a tener efectos y reacciones sociales enfermizas.


El siglo pasado fue marcado por Michel Foucault como el de la apología a la homosexualidad, pues ver a dos hombres en relación era de espantarse. Hoy, las cosas únicamente se han invertido: el problema no se encuentra en las personas, sino en el término. Es decir, ya no asusta tanto ver a una pareja gay. La cuestión radica más bien en escuchar la palabra homosexual. Es ése el paradigma filosófico de la homosexualidad.

2 comentarios:

Jovani Bravo dijo...

hola tu blogg es bueno creo que tienes inclinacion por los temas de homosexualidad me parece que investigas bien los temas y te recomendaria hablaras de la transexualidad

claudia santana dijo...

Sería bueno que existiera en durante el texto algunas referencias del Dr.en Pedagogía Gerardo Meneses Díaz,para que uno como lector tenga un antecedentede.
Te recomiendo que tengas más cuidado con las citas textuales, o el uso de las comillas,el uso algunos conectores estaría bien; por que de repente se pierde la idea y bueno pon atención en los dedazos.
se felíz!