domingo, 25 de septiembre de 2011

La España que nunca existió

El mundo fragmentado. Una Europa dividida por la crisis económica . Una España rota por la histórica partición geográfica que no le deja ser una sola nación. Así me despido de la Madre Patria. Tal y como cuando llegué. De igual manera que cuando peleaban un reino contra otro para obtener más territorios.

Hoy han dejado las armas. Pero la lucha es constante. Los catalanes quieren ser catalanes; los vascos quieren ser vascos. Las castillas parecieran haber dejado sólo el legado del idioma. El sur de España es visto por sus mismos compatriotas como una porción más de África que de la Europa misma.

Me despido de la Madre Patria lleno de alegría. Contento por dejar un país que me abrió sus puertas para dejarme ver que poco queda de aquello que muchos piensan que aún prevalece, como lo son el racismo y la discriminación, pese a un franquismo que no les deja de hacer sombra. Socialmente, España trata de dejar a un lado los estragos franquistas, e intenta suprimir al machismo y la ignorancia funcional. Que aún son muy notorios.

A España le falta mucho. Definitivamente no es como los demás países europeos. Junto con Grecia, Italia y Portugal, se ha ido quedando atrás. Muchos culpan al pacto euro de su desgracia. Pero lo que es cierto, es que la crisis le aqueja. Los gigantes ingleses, germanos y galos son su soporte económico.


La ruptura

La división social está rompiendo a España. En México, por ejemplo, está demostrada la asquerosa y siniestra actitud de la clase política. Pero nos mantenemos como emergentes, porque somos una sociedad claramente unida. 32 estados y un distrito no son suficientes para los millones de mexicanos que jamás dudarían en decir que es orgullosamente mexicano.

En España pasa lo contrario. Sus políticos son menos corruptos y poco mañosos, pero su sociedad es la que está corrompida por la farsa idea vendida de que son de ‘otra comunidad’, menos españoles. O quizás lo son. Por eso una gran mayoría de nacionales piensan que España no existe. Aseguran que viven como en los tiempos de los reinos. Por eso no se logra una unidad.

La Madre Patria está rota. Y tiende a estarlo más. No por su economía, menos por su cultura o educación. Ésas cada vez van mejorando. Lo que a España le falta replantear es su existencia como una sola nación, o bien, darse por vencida y demostrar que siempre ha sido la España que nunca existió.