jueves, 23 de septiembre de 2010

De la anatofiloçofía del ecce homo mejicano

Facer una “anatofiloçofía del ecce homo mejicano”, atiende a la necesidad de generar un ideal más preciso de lo que es la estructura del hombre. Pero no de cualquiera, sino de Ése, el ecce homo escriturado y bíblico.

Aludir a lo mejicano, es intentar integrar todo aquello que te rodea. Aun, que no seas de aquel país americano, sabes que siempre tendrás algo en común con aquél. Y peor, cuando te des cuenta serás uno de ellos. Sin razón y lógica alguna.

Antes de accesar a la “anatofiloçofía del ecce homo mejicano”, los estamentos deben ser precisos. La definición de un buen mejicano, queda sintetizada con el concepto del Padre Schopenhauer.

Prepárate para llorar y saber la verdad. Un mejicano es ése que replica todo el tiempo: “no me dejes caer en tentación”, [que] significa “no me fagas ver lo que soy”.

¿Te quedáis claro qué es un mejicano? ¿A qué se refiere el ecce homo?, y más aún, ¿lo que implica crear una anatofiloçofía del mismo?

En síntesis, veremos cómo se desmenuza un mejicano. Que, desde la vista de los escépticos hasta los más apocalípticos, en la época actual:

No es más que el espectro de una vana esperanza y el suspiro de una inminente muerte en jaque...

Oh jarchas; salida me han de dar

Facerte una súplica

Simplemente que consista en estetizar

Mis más ínfimos objetivos literarios

jueves, 9 de septiembre de 2010

Die Spiegel


El glisar del piano esta vez resonó a su máxima capacidad. Si es que la pareciera tener. La historia fue enigmática y nuevamente fatal. Nadie lo podría imaginar.

Cientos de discursos sonaban al ritmo de aquel circular de notas que daban percusión al ritmo de la música. No fue como en las telenovelas. El final se veía perfilado en su totalidad.

Había que hacer entonces una revolución. Se llevó a cabo. Todos se reunieron. La devastación era absoluta. Nadie articulaba una idea pasiva y armónica. Parecía que los sonetos iban destinados a no ser estéticamente correctos.

Llegaron Ellos. Sólo ellos sabían qué hacer y decir. Tomaron la decisión. Fuerte y determinante. Pero al fin y al cabo eran los más “coherentes”. El primero advirtió que antes del veredicto las cosas debían estar pensadas. No hubo marcha atrás. Todo estaba listo.

Entre el mar de sollozos y el insensato dolor esto se llevó a cabo.

Los agigantados temporales han sucedido. Te diste cuenta de que ya nada era igual. Tu anterior realidad no es ni siquiera el mínimo de lo que algún día fue. Te diste cuenta entonces que efectivamente el objetivo estaba ahí: no hay diferencia. La mierda es la misma en todos los cerebros y corazones.

Había que dirigir la mirada hacia el horizonte más lógico: die Spiegel. Sólo mira tu entorno y verás. “La diferencia está ahí”. La basura no dejará de ser la misma. Incluso ya ni se transforma. Todo decae en lo mismo. Hasta las leyes físicas se han perdido.

Las cosas comenzaron a tomar su propio camino. La pesadilla no lo era. Preparas una partida tan insostenible como el mundo que sabes que dejas.

Hoy, no te queda nada más que extender cientos de interminables súplicas a quienes saben que más que merecidas las tienen. Has cambiado el panorama. Ni siquiera sabes si funcionará. Algo te dice que sí, porque definitivamente te has dado cuenta de lo que estás pisando.

Un adiós-hola no es suficiente. El “bienvenidos” tampoco. Queda mejor replicar lo que uno de ellos, antes de irse llevárselo, te ha dejado claro, y para que a partir de hoy intentes replicar a quienes amas:

“Cada individuo, cada rostro humano no es más que un breve ensueño de la eterna voluntad de vivir, del genio inmortal de la Naturaleza. Es un boceto más que la voluntad traza, a modo de recreo, sobre el lienzo infinito del tiempo y el espacio, y que no conserva más que un instante imperceptible, borrándolo en seguida para pintar nuevas figuras. Pero éste es precisamente el lado triste de la vida, porque cada uno de estos bocetos pasajeros, cada uno de estos vulgares croquis, debe arrastrar infinitos dolores en la plenitud de su violencia y al cabo la muerte amarga, largo tiempo temida y que siempre llega pronto. […] La vida de cada individuo, si se considera en su conjunto y en general, sin fijarse más que en los rasgos principales, es siempre un espectáculo trágico.

Willkommen.