jueves, 23 de septiembre de 2010

De la anatofiloçofía del ecce homo mejicano

Facer una “anatofiloçofía del ecce homo mejicano”, atiende a la necesidad de generar un ideal más preciso de lo que es la estructura del hombre. Pero no de cualquiera, sino de Ése, el ecce homo escriturado y bíblico.

Aludir a lo mejicano, es intentar integrar todo aquello que te rodea. Aun, que no seas de aquel país americano, sabes que siempre tendrás algo en común con aquél. Y peor, cuando te des cuenta serás uno de ellos. Sin razón y lógica alguna.

Antes de accesar a la “anatofiloçofía del ecce homo mejicano”, los estamentos deben ser precisos. La definición de un buen mejicano, queda sintetizada con el concepto del Padre Schopenhauer.

Prepárate para llorar y saber la verdad. Un mejicano es ése que replica todo el tiempo: “no me dejes caer en tentación”, [que] significa “no me fagas ver lo que soy”.

¿Te quedáis claro qué es un mejicano? ¿A qué se refiere el ecce homo?, y más aún, ¿lo que implica crear una anatofiloçofía del mismo?

En síntesis, veremos cómo se desmenuza un mejicano. Que, desde la vista de los escépticos hasta los más apocalípticos, en la época actual:

No es más que el espectro de una vana esperanza y el suspiro de una inminente muerte en jaque...

Oh jarchas; salida me han de dar

Facerte una súplica

Simplemente que consista en estetizar

Mis más ínfimos objetivos literarios

1 comentario:

Anónimo dijo...

este es un blog interesante.
Les dejo el link del mio para que lo vean, espero que les guste.
saludos.
http://secretdangel.blogspot.com/