lunes, 29 de diciembre de 2008

domingo, 21 de diciembre de 2008

Was ist das?


Fuente: EFE

Imagen de archivo fechada el 19 de julio del 2005 y falcilitada el lunes 25 de julio.
Muestra a los jóvenes iraníes Mahmoud Asgari (i) y Ayaz Marhoni antes de ser ahorcados en público el 19 de julio de 2005 en la ciudad de Mashad, al nordeste de Irán.
Los dos estaban acusados oficialmente de haber violado a un adolescente de 13 años, aunque los defensores de los derechos de los gays argumentan que fueron ejecutados por ser homosexuales.
Se dice que Mahmoud Asgari era menor de edad, sin embargo la Justicia iraní sostiene que tenía ya 18 años.

lunes, 1 de diciembre de 2008

El amor y el enamoramiento „diferentes": entrevista a un corazón

„…Un 23 de octubre presenció el disparo de Cupido.
Un 23 de octubre contempló el final determinante”.


Paseo demostrativo por la vida prehispánica
y colonial erótico-afectiva

Dices que fue una mirada. No sabías si era amor o simple atracción física.
Mencionas que fue un comportamiento que separó aquel innato sentimiento en ti hacia los hombres entre sexo y „amor”.

Si te dijera, quizás lo sabes, que tus deseos en la cultura mexica eran vistos como transgresores, pues separaban al erotismo del amor, y afectaba a la pareja heterosexual implantada por los dioses creadores y fortalecida por los del amor; poniendo en riesgo la reproducción biológica y por ende social. Además de que se castigaban con la muerte. ¿Habrías sido capaz de actuar como lo hiciste?

̶ No lo sé. Quizás si mi mentalidad fuese la de ahora, independientemente de lo que los demás dijeran, habría tenido igual el valor de no ignorar aquel sentimiento. Hay que recordar que „el deseo debe obedecer a la razón”.

Según tú, has sentido deseos por muchas personas: más que afectivos, sexuales.
Quizás tu problema radica en que has seguido aquella regla estereotipada que la sociedad novohispana implantó, estableciendo que el amor aparecía en el campo de lo religioso como un sentimiento institucionalizado, ligado al matrimonio y a la familia. En contraste, el erotismo se ubicaba en el terreno de lo prohibido, lo secreto, y la transgresión: el pecado.
Debes saber que el varón colonial aislaba el sexo del amor, lo que le causaba conflictos en la expresión de sus sentimientos cuando se entrecruzaban.

¿Crees que tu problema haya radicado en separar extremadamente los sentimientos afectivos de los eróticos? ¿Extrapolar ambas sensaciones en tu mente?
̶ Me parece que no. Más bien esperé a la „persona perfecta” para que pudiera llenar aquel vacío que ni los fajes, y cachondeces pueden sustituir en un hombre.

„Creo que el hecho de que en la época colonial se haya institucionalizado la separación de lo erótico con lo afectivo, para hacer tabú al primero, va más apegado a normas naturales. La gente de ahora no está tan reprimida y al final de cuentas sigue tomando la doble moral como un estilo de vida. „Es lo último que haría, o más bien hice. Bien te pudiste dar cuenta”.

Antes de que sucediera lo del 23, tenías una forma de vivir muy desbocada. Sobre el sexo y las relaciones ilícitas giraba gran parte, si no es que toda tu vida sexual. Ligues en todos lados, fajes a donde se pudiera, encuentros en lugares exclusivos para actos eróticos, etcétera.

En la época de la colonia la inestabilidad erótica por buscar en un comportamiento prohibido, la satisfacción del deseo y el placer. Esta vivencia transgredía el rol masculino y evitaba el ejercicio de los varones para la procreación. Fue practicada en el mundo de los conventos entre algunos religiosos.
En esos tiempos, y obviamente también en la actualidad, los varones pagaban a adolescentes y hombres jóvenes para llevar a cabo juegos eróticos o relaciones sexuales a cambio de dinero.
¿Podrías decir que es ése tu respaldo para fundamentar lo que hacías? O en realidad: ¿qué era lo que te hacía actuar de esa manera?

No, aquello definitivamente no es mi fundamento para haber hecho lo que en algún momento llevé a cabo.
„Lo hacía por placer. No tenía, y ni actualmente tengo, a alguien que le deba rendir cuentas de mi vida privada. Jamás pagaría a una persona por tener relaciones sexuales conmigo. Tengo 21 años, y si tuviera 90 júralo que aún así no lo haría.
„Conozco los suficientes lugares que son gratis como para experimentar sin costo alguno cualquier acto sexual.
„Lo que me hacía actuar así, es simplemente el hecho de querer vivir y jugar un poco con las ‘bellezas’ que a veces nos da la vida. Se presenta la persona, su cuerpo, el momento y punto.
„El 23 de octubre fue el día de mi debut y despedida. Lo sabes. Y muy bien”.

Cuando volteaste a ver las estrellas
para que tus lágrimas no cayeran

Amor: entrañado por la Real Academia de la Lengua con más de 14 definiciones. „Sentimiento intenso del ser humano que, partiendo de su propia insuficiencia, necesita y busca el encuentro y unión con otro ser.
Sentimiento hacia otra persona que naturalmente nos atrae y que, procurando reciprocidad en el deseo de unión, nos completa, alegra y da energía para convivir, comunicarnos y crear.
Los anteriores fueron los dos conceptos que más extensos se presentan. ¿Lo que sentiste por aquella persona que te dio el debut y despedida, fue eso en algún momento? ¿Desde cuándo?
̶ Me quedo con la mitad de la segunda definición. Me atraía, o quizás atrae aún. Y yo era el que buscaba esa reciprocidad. Él no.

„Claro que sí partí de mi propia insuficiencia para buscar mi encuentro y unión. No fue un éxito, pero tampoco una derrota al cien por ciento.

„Aquel sentimiento fue tres meses después del 23 de octubre de hace un año. Ahí fue cuando mandé el primer mensaje: ‘me gustas, nos presentaron el último día de clases. No soy tal vez la persona que quisieras [una mujer], pero me encantaría que mínimo amigos fuéramos’. Fue ése el contenido de la nota.

„No me contestó. Ahí dio inicio la peregrinación de diez meses de misterio, emoción y fantasía. También, cuando comencé a ver las estrellas para que mis lágrimas no cayeran”.


Entre los límites del amor imposible y el platónico

La doctora en psicología, Patricia Corres Ayala, investigadora de la Facultad de Psicología de la UNAM, es especialista en el tema del amor.

Precisa que amor platónico se entiende como una idealización de la persona a la que se cree querer, pero que en realidad sólo se tiene afecto a la idea que uno ha hecho de ese individuo. Además, no hay relación física o contacto con ella.

En contraparte, alude a que pueden haber amores imposibles que no sean platónicos. Es decir, con la que se haya logrado un contacto pero que no sea positivo: que no dé frutos la relación.
O bien, que la imposibilidad sea por restricciones relacionadas con la normatividad social o cultural.

¿Cuál consideras que haya sido tu „tipo” de amor hacia él?

̶ El 23 de octubre: el gran día, recordarás que hice muchas preguntas, planteamientos y hasta propuestas. Él me contestaba fina y amablemente a cada cuestionamiento que le hacía.
„Hubo algo que me agradó mucho, que conservo en mi mente, y lo mejor: no fue una pregunta que yo le haya formulado, pero él la proporcionó.

„’Amor imposible. Creo que eso era lo que había entre tú y yo’, dijo.
„Ahí está tu respuesta. Ni yo pude haber sido más claro”.

¿Cuál fue el factor esencial para que se diera ese amor imposible?

̶ Aparte de otros aspectos, las normatividades sociales y culturales. Creo que en mayor grado las primeras. Quizás hasta familiares.

Limeranza y el conflicto de una historia „sin futuro"

El sexólogo César Pérez, encargado del Centro de Documentación en el Instituto Nacional de Sexología, alude a que en 1981, una psicóloga norteamericana, se dio cuenta de que algunos de sus brillantes y cumplidos alumnos estaban sujetos a periodos en los que su rendimiento escolar y estado de ánimo bajaban.

La académica investigó dicha situación, y llegó a la conclusión de que aquella etapa de „declive” se encontraba determinada por un ciclo de enamoramiento: definido para la especialista como limeranza.

Aunque algunas personas nunca, o aún no lo han experimentado, otras la han vivido durante un cierto tiempo: ya sea corto, que va desde unas cuantas semanas, hasta lo largo de una vida, donde la duración promedio es de dos años”. En sí, limeranza corresponde al proceso de enamoramiento.

¿Crees que fue eso lo que viviste con él?

̶ Con la definición que me has dado, lo dudo un poco. Nunca he descuidado mis estudios y menos otros aspectos de mi vida. Si hablas de un proceso, es porque seguramente hay una serie de etapas. Tal vez conociéndolas pudiera definir si fue limeranza lo que sentí hacia él, u otra cosa.
„De principio, sabemos perfectamente que era un amor imposible. No sé si de ahí se pueda determinar si aquello era enamoramiento o no”.

Hablar de limeranza, es aludir al proceso que incluye seis etapas básicas.
El primero alude a la „atracción física inicial”: se plantea el ‘sin saber por qué me gusta’, y al porque ‘tiene un no sé qué’. El siguiente es el „pensamiento intrusivo”, donde aumentan fantasías, viene aquel sentimiento de ‘sólo pienso en ti’. La „euforia”, es donde se siente que aquella persona está correspondiendo de alguna manera con uno.

Posteriormente se encuentra la „cristalización”, que no es más que idealizar a la persona: se plantean dudas de si en verdad es como lo queremos, pero al final de cuentas racionalizamos la situación. La „exclusividad” es la penúltima etapa: ahí se gesta la desesperación por temor al fracaso, y se canaliza cambiando aspectos físicos de nuestra persona (peinado, forma de vestir, caminar, etcétera).

El último punto, es la „perpetuidad”, donde existen dos opciones: la limeranza se convierte en amor, o bien, se termina el enamoramiento y se reemplaza por otro para iniciar nuevamente el ciclo.

¿Cumpliste los seis pasos? ¿Qué sucedió en el último?

̶ Desde luego. El 23 de octubre de hace un año dio inicio. Siempre lo he dicho: su mirada atravesó mi corazón directamente.

„Después de aquel primer mensaje no pensaba mucho en él. Fue hasta el día que me inscribí en el grupo en el que él iba, cuando la situación comenzó a ser más grave.

„Durante todo este año le mandé muchísimos mensajes. Nunca con el afán de ofenderlo. Él mismo me corroboró que el objetivo fue cumplido. Recuerdo perfectamente cómo al otro día de que le enviaba las notas por celular o correo electrónico me veía con una mirada que me decía: ‘tú me tienes que decir algo’. Yo no hablaba y menos él.

„A veces se portaba indiferente. Aún así nunca cambié algo de mí, que yo recuerde. Lo que no debo negar, es que siempre trataba de quedar bien. Bueno, hasta la fecha.

„Sabes perfectamente toda la investigación que llevé a cabo para poder sacármelo de la cabeza. Indagaba en donde se pudiera. Hablaba con él para ver si de alguna manera me desilusionaba y ahí terminaba todo.

Resultado: todo lo contrario, me atrajo más.

„Las vacaciones de verano, que se interpusieron entre aquellos días y el 23 de octubre de este año, pasé muy malos ratos.
„A pesar de que mi vida ‘loca’ seguía, los correos y mensajes eran cada vez más constantes. Las personas que llegaron a leer lo que le mandaba (no sabían que era para alguien, sólo daban lectura), aseguraban que eran demasiado hermosos, nostálgicos y profundos.

„Me lamento a mí mismo, que pasadas más de dos semanas del 23 de octubre. Estando las cosas tan claras, no pueda definir cuál es mi perpetuidad. Sé que no lo debo amar. Está en mi mente y se comienza a divulgar en mi corazón. Tal vez lo amo y no sé reconocerlo. Porque de lo que estoy seguro, es que otra persona como él jamás existirá en mi vida. No soy el único que lo digo.

„Ahí es donde radica el conflicto de esta historia sin futuro”.

De la cartografía del amor y el final determinante

Las últimas investigaciones antropológicas acerca del amor se basan en tratar de establecer una cartografía de este sentimiento. Es decir, un sitio „constante”, donde las parejas llevan a cabo sus relaciones amorosas.

Con base en un estudio llevado a cabo en la Universidad de Granada, España, y en la de Veracruz, aquí en México, se reporta que son los callejones y la playa los escenarios preferidos por los jóvenes para prácticas amorosas. Cines, puentes y puertos son opciones seguidas de las anteriores.

La novedad que este trabajo arroja, es que las personas se apropian de esos lugares públicos para darles un nuevo significado y valor simbólico.

¿Qué opinas de estos resultados? ¿Crees que sean verídicos?

̶ Tal vez sí, sólo que es probable que el estudio se haya basado en parejas heterosexuales. Lo que no me cabe en la cabeza, es cómo pueden tratar de delimitar un mapa del amor. Considero que es algo meramente subjetivo tanto como el mismo sentimiento.

„En cuanto a lo simbólico, desde luego que el lugar donde lleves a cabo tus relaciones amorosas o pasionales están llenas de signos que de alguna manera estimulan sentimientos y hasta los excitan”.

¿Podrías determinar una cartografía de tu amor?

̶ Puede que eso sí sea posible. Sabes perfectamente que el 23 de octubre de hace un año, hasta el de éste, fue tan cíclico que culminó románticamente en el mismo sitio: aquel sitio escolar destinado para tomar clases.

„Escuchando el ruido del silencio"

Platica sobre tu ritual del 23 de octubre

̶ Todo estaba planeado. Tenía a mi ‘investigadora’ en su salón. Mis amigos más allegados sabían de tal momento. Muchas veces parecían más nerviosos y animados que yo.

„Algo dentro de mí, me decía cuál iba a ser la respuesta. Aún así, proseguí. Fui por él a su salón, accedió de la manera más educada y escéptica que pudiese percibirse a una persona.
„Nos dirigíamos hacia el salón de clases donde hace un año lo había visto por primera vez. Me decía de la manera más inocente y linda que por qué tanto misterio. Yo sólo le ordenaba que caminara. Me seguía inspirando la misma confianza que cualquier otro día en el que lo veía para saludarnos.

„Aquella aula escolar, que un 23 de octubre ‘presenció’ un disparo de Cupido, sería nuevamente testigo pero ahora del desenlace de la misma historia.

„Le dije que tenía para él algunas preguntas. Me veía fijamente sin dejar de transmitirme la confianza de decírselo todo. No obstante, le dije que seguramente ya sabía de qué le hablaba.
„Su contestación fue sorprendente y de gran ayuda: ‘ah sí; los mensajes’.

„Refirió que no quería lastimarme y por eso no me contestaba. Al él le gustaban las mujeres.
„Lo que parecía el catastrófico final de un filme gay, se convirtió en el inicio de una buena relación amistosa.

„Lo mencioné anteriormente: no sé si lo he superado y menos si lo he dejado de querer como antes. El tiempo, y el año que científicamente me queda de vigencia para eliminar el enamoramiento, serán los que determinarán todo.

„Mientras, he comprendido que aquel enigma sobre el amor a primera vista, el platónico, el imposible, el enamoramiento, las etapas de la denominada limeranza, fundamentadas en la vida gay de un hombre, sí existen, están presentes en las vidas de todo aquel que se denomine mortal.

„Tengo la posibilidad de comprender todo aquello, y de haber comenzado a superarlo. No obstante, sé que en lo más profundo de mi alma, y de este corazón casi vacío, lo único que preexiste es la nostalgia de una persona que he amado y no respondió como yo quise. De la sensación de que él sigue dentro de mí. De aquel sentimiento que la luz de sus ojos provoca, y el brillo de su sonrisa me incitan a amarlo más. Del estentóreo ruido que el silencio de su ausencia invade en mí.
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