sábado, 29 de marzo de 2008

Homosexografía del neoemo


En la publicación de esta semana, no informaré acerca de algo nuevo. El objetivo de hoy, es únicamente construir una homosexografía del emo. Como esta página, es para el sexo masculino, es a él a quien se le hará esa constitución.


Y qué es una homosexografía. Simplemente es constituir el perfil gay de un emo, pero no de uno de aquellos de los años ochentas, los "verdaderos", más bien me refiero a los que "pasan en la televisión".




Un rico panorama


La semana pasada, acompañé a una muy querida amiga, colega por cierto, a realizar una entrevista que hablaba sobre el tema. Pude percibir un ambiente verdaderamente ad hoc, al lugar donde nos encontrábamos: chicos y chicas jugando, personas que iban y venían ya sea del o al trabajo/escuela, etcétera.


El ambiente era propicio para los "neoemos", es decir, ellos ya no son como los de los años ochenta (melancólicos). Ahora, dejan esa antisocialidad por una cajetilla de cigarros, y su comportamiento indiferente lo han configurado por el de los chiflidos, burlas y saludos ante las cámaras de televisión. Sus actitudes han sido evolucionadas al grado de la pose para la foto de periódicos o revistas, de los cuales sus reporteros les piden que se abracen. Finalmente ya pagaron su cuota.



A lo que te truje: la homosexografía


Como "muestra representativa", tomaré el entrevistado de mi amiga. Alan, dio su concepción acerca del emo. Eso estuvo bien. En una de sus respuestas, señaló que son bisexuales.

Si nos fuéramos a lo que en origen es la bisexualidad, podríamos dar cuenta que no es algo característico de alguna cultura o anticultura. Representa simplemente un elemento social y natural de la gente de cualquier país.


Con ese "antecedente", se puede ir canalizando el tema, llegando al "neoemo gay". Éste, como cualquier otro homosexual, tendrá la característica específica de ser atraído por las personas de su mismo sexo.


En la charla con Alan, éste señalaba que los emos son antisociales, por lo que se le cuestionó acerca de por qué entonces habían ido al Canal 40 a dejarse grabar, y además a dar entrevistas. Él contestó: "no tengo nada en contra de los gays, pero es que el chavo que se fue con los del programa es homosexual y yo creo que por eso. Se quiere dar a conocer".


Podemos en esa parte encontrar entonces, que hasta entre ellos generan sus estereotipos. Ahí está otro elemento del neonemo gay: le gusta darse a conocer.


La ropa. Ésa no será más que la misma de todos los demás: pantalón negro, playera pegada, y con el estilo del mechón caído para expresar su "descontento social". Aunque Adrián, que ese día iba vestido de mezclilla y sudadera, ambas aguadas, señala que la ropa negra y entallada no representa a un emo, se puede denotar que sí, así es el neoemo.


En cuanto a su constitución psicológica, es válido decir que son demasiado extrovertidos. Les gusta ser vistos cuando se besan con sus parejas. Como para ellos no hay tabúes: el metro, las plazas públicas, y demás sitos que reúnen a la mayoría social, mejor denominada masa, son sus lugares favoritos para demostrar el afecto que los verdaderos emos nunca darían a conocer por el simple hecho de que son antipáticos.


Suma de caracteres

Ahora bien, se pueden integrar las características de los neoemos gays. El perfil debe ser: social, personal y psicológico.


Socialmente, el neoemo gay, es demasiado dado a conocerse. Quiere ser apático, empero "le gana" lo buena onda. En su personalidad, manifiesta una alegría que hasta con su ropa negra decorada expresa muy satisfactoriamente. Y psicológicamente, manifiestan una "solidaridad personal", en la que cada uno de los "chavos" hace lo que le parece bien, sin importar a quién transgreda o hasta insulte.


Con el tema, quise llegar hasta este punto. Los neoemos, o más bien emos, no son más que la farsa imposición de una moda manejada por los medios de comunicación. Representan la existencia filosófica de una anticultura que nunca ha existido.


Y si bien, alguien cuestiona qué tiene que ver eso con la sexualidad masculina.No mucho, y ahora no ahondaré en eso. No obstante, cuando vemos la última palabra, gay, podemos dar cuenta que así como ya se vio en los trabajos anteriores: que la sexualidad masculina está llena de prejuicios, un símbolo va más allá de lo que muchos representan, y que una playa puede dar más que olas sobre una arena asoleante, los "emos", o como yo me di a la tarea de llamar "neoemos" y su sexualidad han sido satanizados y mitificados de una manera tan arbitraria que no permiten dar cuenta que al final de cuenta, todos somos iguales.








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